el museo propiamente dicho tiene tres pisos, en el que se pueden encontrar esculturas de terracota, bustos romanos, lápidas funerarias, sarcófagos, inscripciones de todo tipo sobre piedras indicando profesiones y ocupaciones varias y hasta un collar de un esclavo indicando que si alguien lo encontraba debía devolverlo a su propietario, un tal zonino, con la promesa de una recompensa, ¡tremendo!
pero la joya del museo para mi, es lo poco que se conserva de las antiguas termas (imagen superior), un sala amplia y abovedada que da una cierta idea de las dimensiones originales y que un vigilante muy simpático me comentó que muchos visitantes se quedaban sin ver por estar en una zona un poco apartada, aquí se podía ver la escultura de la imagen inferior, una escultura de un niño montando a caballo que me encantó pero de la que no puedo dar mucha información.
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